viernes, 19 de febrero de 2016







Los Gimnastas


Características físicas
La fuerza, movilidad, flexibilidad y coordinación muscular, independientemente del entrenamiento, son fundamentales para el éxito de un gimnasta. La genética es crucial para que estas características existan y de esta manera se destaque en la modalidad elegida.
La preparación de un gimnasta consta de tres fases, con varias etapas:
  • Primera etapa: Dura aproximadamente hasta los 10 años de edad. Se «descubrirán las capacidades del gimnasta mediante la preparación física», además de enseñarle los fundamentos técnicos del deporte.
  • Segunda etapa: Dura aproximadamente desde los 10 hasta los 15 años de edad. Se incluye un «periodo de preparación especializada inicial», además de la preparación de «movimientos más complejos y de los caracteres psíquicos». Tras un periodo de entrenamiento especializado, «se realiza la enseñanza de movimientos y combinaciones de mayor dificultad».
  • Tercera etapa: Dura aproximadamente desde los 16 hasta los 19 años de edad. En esta etapa se finalizará el «perfeccionamiento de la preparación física», además de continuarse el «entrenamiento de elementos de gran dificultad».

Historia de la Gimnasia Artistica


La gimnasia artística moderna tiene su origen pedagógico en 1811, cuando Friedrich Ludwig Jahn, profesor del Instituto Alemán de Berlín, creó un primer espacio para la práctica de gimnasia artística al aire libre. Gran parte de los actuales aparatos derivan de sus diseños.
Desde Atenas 1869 hasta Londres 1948
La parte atlética y gimnástica formaban un grupo en común. La competición de gimnasia se dividía en una parte atlética y otra parte de gimnasia artística. La parte atlética se componía, entre otras pruebas, de carrera de 100 m, saltos de altura y pértiga, trepas por la cuerda y ejercicios de equilibrio. En la parte gimnástica se realizaban todos los aparatos menos el suelo. Había ya competición por equipos. En ella se podía competir en paralelas y barra fija de forma sincronizada; son equipos de ocho gimnastas como máximo siendo la puntuación final la suma de los seis mejores mientras los dos peores solo servían en las respectivas puntuaciones individuales. En la competición de los ejercicios individuales era necesario realizar ejercicios obligatorios y optativos y la edad mínima para realizarlos era de 18 años. En 1928 las mujeres empezaron a participar en esta modalidad en los juegos olímpicos.
Participación de las mujeres
Durante muchos años la idea de que las mujeres pudieran competir en la gimnasia olímpica resultó completamente inadmisible; incluso era tabú que una mujer exhibiese algo que no fueran los brazos. Pero finalmente, tras una larga espera, a las gimnastas se les permitió tomar parte en los Juegos. Su primera aparición fue en 1928, en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, en los que el equipo holandés ganó la medalla de oro. Gradualmente, los equipos femeninos fueron participando de forma habitual en las competiciones gimnásticas.